MURALISMO
 

Como Ramiro ya dominaba las técnicas del dibujo y la pintura, creció su producción de caballete, al igual que la inquietud de llevar a cabo retos más significativos, es decir, crear y pintar a escalas mayores, en grandes proporciones, colores y composiciones. En las que se proyectan los grandes acontecimientos relevantes del pasado, presente y futuro, de la vida nacional, ya fueran civiles, sociales, industriales o religiosos; más aún, como el maestro Diego Rivera le impartió clases de composición de mural, hizo la observación de que Ramiro tenía facultades para el muralismo. A partir de ese momento su propósito fue: “ser pintor muralista”.

Debido a que los muralistas: Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, así como, José Chávez Morado, Pablo O´Higgins, Alfredo Zalce y Juan O´Gorman, entre otros, reclamaban los trabajos oficiales, Ramiro optó en cambio, por dirigirse a la iniciativa privada, expresamente a las compañías constructoras y con ello, se abrió la oportunidad de producir murales con propuestas libres tanto en el tema como en la técnica.

 
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